Demetrio Urruchúa

Nació el 19 de abril de 1902 en Pehuajó, provincia de Buenos Aires. Su vasta obra, en la que empleó gran variedad de técnicas -el óleo, el temple, la monocopia, el fresco...- tiene desde sus comienzos características pronunciadamente personales que lo han ido confirmando como uno de los artistas más significativos de su generación. Desde su altillo, cercano a los cielos porteños, ha realizado, además, una intensa y generosa labor de maestro.

Preside su obra un fogoso afán de justicia, expresado en violentas y meditadas composiciones, en la que suele aparecer la ternura que invade al artista de temperamento épico cuando presenta al niño, al anciano, a la mujer, al desamparado. Maneja con aguda precisión la fuerza del símbolo y la hiriente línea trazada para atrapar el disparate, la sinrazón, la locura condenada del falso personaje. Con cierta humilde pero acerada altivez vive apartado de todas las corrientes, pero ágilmente alerta a todo cuanto ocurre en "el centro" porteño y en los "centros" internacionales.

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