Nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1905. Interrumpió sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes para proseguirlos en Europa. Viaja en 1921, vive en Alemania hasta 1923, después en Italia 9 años. Sigue los cursos de la Academia Real de Brera, de Milán, y forma parte del grupo "Vanguardia Artística".
Se incorpora así el joven argentino a la vida artística italiana, que en Milán tenía quizá su expresión más representativa en el conjunto de creadores que alentaba la Galería del Millone, con el escultor Manzú y el pintor Birolli, entre otras figuras de relieve.
Desde Europa hace llegar sus envíos a los concursos del país, obteniendo en diversas fechas los premios más altos.
Regresa al país en 1933, ya en plena posesión de sus medios, afianzandose, en estos últimos 30 años, como uno de los maestros representativos de nuestra pintura.
Un mundo de tierna y delicada trama, tejida por una nostálgica fantasía y una acentuada vivencia lírica del color, caracteriza sus óleos, sus litografías, sus murales, entre los que cabe destacar el realizado para la capilla de Glew. Es, así mismo, amplia su obra de ilustrador. Rasgos de un humor delicado, y sorprendente en una producción que parece realizado por un espíritu ensimismado, aparecen por instantes en su obra, denunciando su exquisita atención a la realidad.
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